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Mostrando entradas de julio, 2019

breve historia burocrática del salto del lobo y la oposición del ingeniero SUSIN para llevar aguas a los monegros

Recuperación de concesiones hidroeléctricas del Bajo Gállego Históricamente el río Gállego se utilizó para mover molinos en Biescas, Anzánigo, Yeste, Molinaz, el castillo de la Ballesta, Puendeluna, Marracos y otros (PALLARUELO, 1994). Esta milenaria molinería hidráulica desaparece a comienzos del siglo XX sustituida por la movida con hidroelectricidad, que permite liberarse de la proximidad a los cauces, incluidos sus efectos destructores, y la variable hidrología fluvial. En el Gállego, desde principios del siglo XX se construyen los primeros sistemas de azud, canal y salto. El primero fue el Salto del Lobo, al que siguieron la Hidroeléctrica de Huesca, fundada en 1903, y la central de Carcavilla (Teledinámica del Gállego), en 1904, que acabarán unidas, años más tarde, en Eléctricas Reunidas de Zaragoza (ERZ). La historia del Salto del Lobo se presenta en la Revista Ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros (25 de junio de 1902: 297-299), donde se cita a

una descripción de la zona en 1891 de un periódico de Madrid

Los pueblos de Gurrea de Gállego y Alcalá de Gurrea, así com o la alberca Albored y pantano de Alcalá, son también dignos de una visita, pues aparte de que el panorama es hermosísimo, es uno de los pocos puntos de Aragón donde pueden hacerse buenas cacerías do aves acuáticas, si bien esta ciase de caza está allí abandónala, y se conoce poco y se carece de útiles para efectuarla. E l castillo de Tornos y monte de las Horcas; este castillo, qne conserva vestigios de su primitiva construcción del siglo XIII, perteneció á D . Lope de Gurrea, y cuenta la trad ición que recibe el monte este nom bre, po r ser D . Lope quien, á s u vuelta do M allorca con D. J a im e I , estableció alli la horca do su Señorío, pues habiendo tomado de unos judíos, y sobre susfincas, una cantidad para organizar sus m esnadas, trató de restituirlas, satisfaciéndoles capital é in te re s e s; mas no habiendo por parte de los judíos conform idad, quienes te ­ nían en su poder las escrituras de com prom iso, los re